EYE ♥ books
Un relato colaborativo e inclusivo
El Día del Libro es una celebración internacional que se lleva a cabo cada 23 de abril. Un día que tiene como objetivo fomentar el amor por la lectura y la escritura, además de celebrar la diversidad literaria y el impacto que tiene en nuestro día a día. Y esa diversidad no existirá hasta que incluyamos escritores con discapacidad.
Por ello, en abril de 2024, iniciamos una campaña de escritura inclusiva y colaborativa, para escribir un relato encadenado con los ojos, las manos, los pies, la boca… Y a continuación te presentamos el resultado. La iniciativa arrancó el 1 de abril de 2024, y Lola Arias, escritora y divulgadora sobre discapacidad, inició el primer párrafo del relato. Las ilustraciones han sido creadas por Julia Lasa.
Agradecimientos
Desde IRISBOND, queremos expresar nuestro profundo agradecimiento a todos y todas las autoras que, bajo pseudónimo han participado en este relato colaborativo e inclusivo con motivo de la 1a Edición de EYE love books: Alma, Blate, Alma atrapada, Antara, Pulseras, Burbuja, Sonrisa, Freyra, Aussi, Polo…
Agradecer a Lola Arias Ramiro, escritora y divulgadora sobre discapacidad intelectual, por dar comienzo al relato y a Julia Lasa, por darle vida a través de las ilustraciones.
NADA. No encontraba nada que le diera la solución que buscaba. Se fue al salón donde estaba su madre trabajando. La miró con detenimiento, la miró profundamente, la miró con sus ojos pardos y volvió a sentir una pena inmensa. Pero esta vez fue diferente. Esta vez no quería sentirse solo. Esta vez, por fin consiguió decir en voz alta: «Mamá, ¿por qué soy diferente?»
— ¿Diferente? ¿Diferente a quién? La forma de tus ojos es igual a la mía. Cuando te enfadas cruzas los brazos igual que el abuelo. Tu risa suena igual que la de tu hermana.
— No mamá, digo diferente al resto de niñas y niños en el cole.
— Ah, ¿a eso te refieres? Escúchame con atención, te voy a contar un secreto… Hace muchos muchos años, en la tierra y algunos planetas del sistema solar -que se sepa-, convivían habitantes muy variopintos. Unos verdes, otros rojos, otros rosas, otros negros y otros azules. Incluso creo que los había de varios colores. Unos con pelo y otros sin. Unos con dos ojos y otros con un número
impar, cualquiera, pero impar. Algunos caminaban con las piernas, pero otros tenían ruedas en su lugar o muelles o simplemente algo parecido a brazos que funcionaban como navaja multiusos. La nariz y las orejas no eran universales tampoco. Variaban en unos y otros. ¿Quieres que siga o te va a dar miedo?
Me quedé callado.
— Seguramente sientas miedo ante ese mundo diverso que suena extraño ahora. Sin embargo, el miedo, el auténtico y genuino temor, deberías sentirlo ante la uniformidad. Esa manera de ser tiránicamente iguales a un patrón o canon establecido. Delgados, altos, con narices bien esculpidas, piernas y brazos torneados. Olvidamos aquella rica diversidad que nos hacía netamente humanos. La perdimos en un esfuerzo absurdo por parecernos unos a otros. Tan pálidos nos quedamos… todo el color se quedó bajo la piel. Bien enterrado en nuestros corazones, que laten a su propio ritmo, recordándonos que cada uno es único y perfecto.
— Creo que a mucha gente no le sorprende esta historia, hay quienes ya la conocen. Esos seres de los que hablo no eran apartados del resto, comían y bebían de lo mismo, la diferencia era tan evidente entre ellos que pasaba desapercibida.
NADA abrazó a su madre fuertemente y le sonrió. Sintió que su madre se había esforzado en explicarle esa increíble historia. Él no creía que habían existido personas con un solo ojo. Su madre quería que su hijo entendiera que sí, que es diferente y que es más importante fijarse en las capacidades más que en las diferencias.
NADA se fue a su habitación, cogió la libreta y un lápiz y se puso a dibujar. Dibujó los habitantes de esos planetas que le había contado su madre. Desde pequeño le encantaba dibujar: animales, personajes de cuentos, a sus amigos… Y le salieron unos personajes de lo más originales, diferentes, únicos, que parecían cobrar vida con el último trazado. Seres que, según pintaba, le pedían vivir historias inolvidables, fantásticas, sorprendentes. Historias de esas que luego nadie se creería, por maravillosas y extraordinarias. Y poco a poco fue convirtiendo sus dibujos en animaciones y así transcurrió el día, sumergido en sus dibujos e historias. Hasta que su amiga TODO entró en la habitación y le preguntó: ¿No me vas a presentar a tus amigos y amigas?
— ¡Claro! Ella es SIEMPRE, y él QUIZÁS. Aquí está LLENO.
NADA presentó a cada uno de los dibujos que había animado.
— ¡Qué divertido! — exclamó TODO.
— ¿No te dan miedo?
—¡Al contrario! Me encantaría poder hablar con los ojos o tener la cara azul y colmillos en vez de dientes. ¿Te imaginas?
— Mi mamá dice que alguna vez vivieron en la Tierra…
— ¡Lástima! Me hubiera encantado vivir con ellos.
— ¿De verdad? ¡Espera, se me ha ocurrido una idea!
Vamos a imaginarnos que tú y yo por un momento somos seres extraordinarios. Tú tienes el poder de escribir y pintar con las manos, sí con las manos, no necesitas ni cartucho de tinta ni recargar una mochila con pinturas. Y yo tengo el poder de activar un bluetooth para comunicarme con las personas ciegas. Eso sí, tenemos un botoncito donde activar o desactivarlo. Vamos a imaginar que tú vas
pintando por el mundo y yo te acompaño y le cuento a las personas ciegas que nos vamos encontrando todo lo que tú estás creando.
O mejor, vamos a imaginar que podemos convencer a todos los que nos crucemos, que lo que nos hace diferentes, también nos hace únicos, que la diferencia es buena, somos como los personajes que dibujas. Sería un mundo tan extraordinario si pudiéramos aceptar que hay gente que habla con sus manos o con los ojos, o que los ojos son sus manos. Hay tanto que aprender…
— Y ¿cómo lo hacemos?, ¿Cómo los convencemos?
TODO y NADA se sentaron a pensar cómo podrían hacerlo. Hablaron de varias ideas, como hacer un juego en el centro comercial donde iba mucha gente, hablar con las personas que se cruzaran por la calle… Al final, después de toda la tarde, y sin merendar, acordaron que escribirían un guión para hacer un vídeo. Saldría un chico escribiendo en un ordenador con la mirada un relato, otro leyendo Braille para saber qué medicamento tomar, dos mujeres hablando con las manos sobre una entrevista de trabajo…
Pero eso de escribir guiones parecía fácil hasta que se encontraron con el papel en blanco.
— Y, además, ya hay tantos vídeos que igual nadie nos hace caso, no hay tiempo…
Se fueron desanimando y aburriendo. Y decidieron pasar a la acción. Tomarían una calle de las más concurridas de la ciudad y empezarían a exponer sus habilidades únicas, invitando a los demás a que también se unieran al grupo y mostrarán a los transeúntes todas las personas con habilidades únicas que puede llegar a haber en una calle de una ciudad.
— Escribir no es tan fácil. Es para escritores.
NADA no sentía ni creía que fueran capaces de escribir algo digno de ser
escuchado. ¿Y si se reían de ellos? Sus miedos e inseguridades iban ganando
terreno. TODO, al percibir esto, pensó que era hora de que NADA supiera la
verdad: «El miedo nos paraliza, pero la diferencia nos capacita»
— ¿Te acuerdas de SIEMPRE, QUIZÁS y LLENO? Ellos siempre ven su mundo de manera sencilla, sin complicaciones. ¿Qué te parece si nosotros hacemos lo mismo y hacemos que escribir se vuelva algo sencillo?
No tenían nada que perder. Allí, en mitad de una de sus calles favoritas, decidieron ponerse manos a la obra. Vieron pasar ante sus ojos la vida de miles de personas que puede que algún día conocerían o incluso su relato leerían. Un relato de todos los seres extraordinarios que habitan nuestro mundo, y que tanto amor y respeto se merecen.
FIN. EYE love books. Seres extraordinarios.
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